Mi historia en 60 líneas

Nací en una pequeña ciudad de la zona central de Chile, San Felipe, en la que realicé mis estudios básicos y medios en el Instituto Abdón Cifuentes, de la que tuve que emigrar a los 17 años para cursar estudios superiores. MI alma máter fue la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

En mi etapa estudiantil ocupé diversos cargos de liderazgo en la enseñanza secundaria y universitaria. Este rol se repetiría a lo largo de mi vida laboral, tanto en la actividad privada como pública.

En lo privado, mi vida laboral formal se inició en la fábrica de conservas Cisnes de Los Andes, en la que me desempeñé, primero como obrero cargador de frutas y luego como supervisor, etapa de la que guardo hermosos recuerdos y de la que aún conservo como un tesoro mi libreta del Servicio de Seguro Social de mi país.

En esta etapa y a medida que aumentaba mi experiencia y conocimientos fui ocupando diferentes cargos como contador ayudante, contador general, director de administración y finanzas y gerente, aunque con algunos paréntesis para desempeñar cargos de liderazgo público.

En lo público, fui alcalde de mi ciudad por dos años entre 1987 y 1989, ocasión en la que tuve la oportunidad de liderar a un maravilloso equipo de funcionarios con los que logramos realizar importantes obras de progreso y desarrollo para los habitantes de la comuna.

Posteriormente, el 14 de diciembre de 1989, fui electo diputado por Aconcagua, siendo reelegido en 1993 por 4 años más. En esta etapa tuve la oportunidad de liderar a los diputados de la bancada, como asimismo presidir las comisiones legislativas de Educación; Especial de Drogas y Estupefacientes y Especial de Desarrollo de la Región de Valparaíso.

Como miembro de la comisión de Educación viajé a Alemania invitado por la ONG GTZ para conocer el sistema de educación dual, el que promoví en diferentes instancias educativas y empresariales del país para adoptarlo en Chile. En materia de control de drogas y estupefacientes impulsé la modificación de la ley, acordando con el Gobierno la incorporación de algunos capítulos de la ley y la creación de una Brigada Antidrogas de la PDI con asiento en Los Andes. En 1992, Invitado por el Gobierno de China, participé con los demás miembros de la delegación de una interesante reunión con Jiang Xemin, presidente del país asiático, lo que me permitió conocer de sus intereses y sus planes de corto, mediano y largo plazo, lo que me llevó a construir una amistad con sus embajadores y acercar los intereses de China y Chile, especialmente en lo referente al campo de la fruticultura y del cobre.

Pero mi accionar como diputado no sólo me circunscribió al rol de legislador y fiscalizador de los actos del Gobierno, también fundé y lideré por varios años la Corporación para el Desarrollo de Aconcagua, entregando apoyo concreto a emprendedores de las provincias de San Felipe y Los Andes consiguiéndome apoyo financiero con la Comunidad Económica Europea.

En marzo de 1998, concluyó mi segundo período como diputado. Retorné a la actividad privada, aunque no exento de dificultades; pues fue necesario volver a la universidad a renovar conocimientos, en 10 años fuera de la actividad profesional habían cambiado muchas cosas y quedado obsoletas otras tantas. Cursé algunas especialidades y dos diplomados: uno de Gestión de Mi historia en 60 líneas Empresas y otro de Coaching Ontológico. Al fin y al cabo, lo único permanente es el cambio y hay que estar preparado para ello.

Por 20 años me desempeñé como Gerente Zonal y luego como Gerente de Adherentes en el Instituto de Seguridad del Trabajo(IST), en los que asumí importantes desafíos financieros y de posicionamiento de marca y servicios en los territorios en los que me desempeñé.

Paralelamente me hice empresario. Desarrollé operaciones en los rubros de imprenta, compraventa y arriendo de propiedades y capacitación. 19 años en los que pasaron varias cosas: se incendió la imprenta y tuve que volver a levantarla de cero y en los demás negocios no todo fue éxito, también hubo reveses, lo que templó aún más mi espíritu y resiliencia y me enseñó a considerar los fracasos como nuevos aprendizajes y oportunidades.

Entre los años 1998 y 2017 asumí también otros cargos de liderazgo no menos importantes que los anteriores: presidente de la Cámara de Comercio de San Felipe; presidente de la Federación Regional del Comercio; Secretario de Organización de la Confederación del Comercio Detallista de Chile. También presidí el Consejo Asesor Empresarial de la Escuela Industrial de San Felipe, lo que me confirió el alto honor de ser reconocido como consejero Empresarial por la Sociedad Nacional de Agricultura de mi país. Además, participé como miembro del consejo asesor de las Universidades de Aconcagua y Viña del Mar, con sede en San Felipe.

En marzo del 2018, renuncié a mi cargo de gerente para asumir la Gobernación de San Felipe, dispuesto a colaborar con los vecinos de la provincia, cargo en el que me desempeñé hasta julio del 2021. En este rol tuve que hacerme cargo de liderar todo el proceso que implicó la pandemia por Covid-19 desde su aparición hasta pasado su período crítico. Sin duda, sin perjuicio que fue una etapa dolorosa para la humanidad, también fue un periodo de grandes desafíos, aprendizajes, frustraciones y logros.

Alejado ya de lo público el año 2021, me hice el propósito de compartir y transferir las experiencias y conocimientos acumulados durante mi vida y con ello ayudar a más personas a descubrir o potenciar sus talentos como líderes y formadores de equipos de alto rendimiento, y a cómo hacer empresa a quienes se animan a emprender negocios o profesiones en forma independiente. 

Hoy siento el aprecio y reconocimiento de muchos con los que trabajé y de quienes serví. Creo que mi mérito fue saber colocar en un mismo crisol aspectos fundamentales que no pueden faltar en un líder: saber de estrategia; tener visión de equipo; saber comunicar; ser resiliente, flexible e innovador; y, por sobre todo, ser consecuente entre lo expresado verbalmente y la acción.

Claudio Rodríguez