13/05/2024

HISTORIA DEL PROFESOR Y EL VASO

Durante las última dos o tres semanas les he hablado acerca de la
resiliencia, la importancia que tiene para nuestras vidas saber aceptar
la realidad del pasado y presente para ponernos de pie y colocarnos a
construir un futuro diferente.
Para reforzar un poco más esta idea, les quiero contar una historia que
estoy seguro les ayudará a comprender mejor este concepto y hacer
cambios en la vida.
La historia es la siguiente:
Un día un profesor quiso sorprender a sus alumnos llevando con el a
la sala de clases un vaso con agua. Los alumnos esperaron la típica
pregunta ¿cómo ven este vaso: medio lleno o medio vacío? Pero el
profesor los volvió a sorprender con otra pregunta, les dijo: ¿cuánto
pesa este vaso con agua? Uno a uno los alumnos comenzaron a
responder. Unos decían que 100 gramos, otros 200, otros 300 y otros
400 gramos.
Nuevamente el profesor los volvió a sorprender, pero esta vez con la
respuesta, les dijo “el peso no importa, lo que importa es el tiempo”. Y
agregó: Si yo sostengo este vaso 1 minuto, no pasará nada; si lo
sostengo una hora, el vaso me pesará y comenzará con seguridad a
dolerme el brazo; y si lo sostengo un día, el brazo se me va a
entumecer y paralizará.
El profesor miró con atención a cada uno de sus alumnos y se dio
cuenta que había captado la atención e interés de cada uno de ellos y
les dijo: el peso del vaso no cambia, pero mientras más tiempo sujeto
el vaso, más difícil se me hace sostenerlo.
Traigo a colación esta historia, para graficar con ella que a los seres
humanos nos pasa algo semejante con los problemas, las dificultades,
las penas y los resultados que no nos gustan, mientras más los

mantenemos con nosotros, más difícil se nos hace desprendernos de
ellos y más nos pesan.
Debemos aprender a aceptar la realidad tal cual es, para luego elegir
que hacer de la manera más optimista posible. Les puedo asegurar
que cuando abordamos la vida con una actitud mental positiva, los
resultados son mejores y eso no sólo nos ayuda a nosotros sino
también a quienes nos rodean ¿saben por qué? porque la actitud
positiva se irradia a los demás al igual que cuando andamos
amargados o tóxicos por la vida.
Cree en tí

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